sábado, 23 de julio de 2011

BOSQUE DE LAS ESTATUAS


Este reducto de bosque natural primario, esta ubicado frente de la casa de la administración y museo, allí se conjugan dos aspectos importantes, como son el patrimonio natural y cultural en un ambiente acogedor para los visitantes, quienes disfrutan en la observación de la fauna y flora nativa. Es comun ver aves silvestres en cotejos y apareamiento como tambien observar insectos polinizadores que contribuyen en mantener el equilibrio ecológico.




Es importante la compañia de un guia experto en arqueologia y aviturismo para sacar mejor provecho de la visita. En este sitio se encuentran ubicadas 39 esculturas de diversos orígenes halladas por los guaqueros, donde hay plasmados todo un lenguaje y un pensamiento de este desaparecido pueblo escultor.




En este sitio se puede hacer un breve análisis de la Estatuaria Agustiniana. Sé podrá apreciar no solo la presencia de diferentes formas y tamaños, sino de diferentes tratamientos de un mismo tema en piedra con diverso grado de elaboración como en aquéllas que aparentan una misma calidad escultórica.



En uno de los pocos reductos del bosque natural Primario que todavía subsisten en la zona, se han dispuesto, a lo largo de un sendero, 35 estatuas de diversos orígenes, desenterradas por guaqueros (excavadores clandestinos) y por los primeros trabajos arqueológicos, hace más de medio siglo. Muchos monolitos, pues, no están ni en el lugar ni en la posición original.



Se observan cuatro estilos fundamentales, según la clasificación estilística de Reichel-Dolmatoff: el naturalista, en el cual el tema representado son las formas naturales, sin alteración de sus características básicas. Este conjunto es uno de los más tempranos de San Agustín, quizás contemporáneo del estilo arcaico, designación que comprende todas las piedras burdamente trabajadas. Al estilo expresionista corresponden las formas tridimensionales más elaboradas, generalmente asociadas al tema del jaguar, símbolo de fuerza vital. Por último, se designan como de estilo abstracto aquellos temas fantásticos, pero con una calidad escultórica parecida a la de las tallas expresionistas.



En un recorrido inclinado por entre una zona boscosa se disponen una serie de 35 estatuas



cual si fuera el Via Crucis del cerro de Monserrate en Bogotá. Sobrillas de aluminio las guarecen de la lluvia y el sol. Miden entre uno y dos metros y despiertan todo tipo de emociones.

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